En más de 60 años de existencia de las universidades de gestión privada, es la primera vez que una universidad surgida de una organización sindical obtiene autorización para su funcionamiento por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional.
Al tiempo que nos llena de orgullo, se trata de un enorme desafío para la UMET, ya que no sólo somos una universidad de índole sindical sino que buscamos convertirnos en la Universidad de todas y todos los/las trabajadoras y trabajadores.
En ese sentido, por un lado la UMET ofrece a todo trabajador afiliado a un sindicato la posibilidad a solicitar becas parciales, aunque la organización gremial a la que pertenezca no tenga un convenio firmado con la Universidad.